Recibo innumerables mensajes de mujeres con respecto a mi trabajo y, dado que es imposible interactuar con todas, espero que la siguiente reflexión sea útil. Quienes tengan interés en conocer más sobre mi vida, trabajo y motivaciones quizás también deseen leer mi nuevo libro.
Este testimonio es un homenaje a todas aquellas mujeres que han vivido momentos complicados de discriminación y abuso; abordo estos temas desde una perspectiva positiva y de empoderamiento femenino; en eso creo firmemente y por eso cuento mi historia.
Muchas cosas me inspiraron a escribir Las reinas NO se rajan, entre ellas, la necesidad de visibilizar la enorme brecha de desigualdad que existe entre hombres y mujeres, mediante mi propia experiencia de vida. Con guardar silencio y ser una espectadora no ayudo a cambiar de manera positiva a mi entorno; la mejor manera es compartiendo lo que viví y cómo logré salir de cada situación retadora con las que afortunadamente he tenido que lidiar.
Cuando una persona vive violencia, abuso o discriminación, la fe no está presente. Sin duda, el primer paso para salir de una situación así es encontrar una inspiración para seguir adelante, una motivación más allá de ti misma y a la cual te aferres. Seguir adelante pase lo que pase con un propósito claro y en donde claudicar no sea una opción; este es el hilo conductor de mi nuevo libro.
Existen muchas mujeres que desean ser escuchadas y que pasan por distintas dificultades en sus vidas: conseguir un trabajo, embarazos a temprana edad, matrimonios forzados, violencia de pareja, discriminación laboral, etc. Traemos detrás de nosotros un sistema y paradigma patriarcal que debemos romper y con ello aspirar a una vida excepcionalmente plena y feliz.
En el momento que vivimos violencia nos encontramos tan desmoronadas, que hasta el amor propio desaparece por completo. A mí me sucedió, pero pensar en mis hijos y en la posibilidad de que ellos estuvieran mejor, me inyectaba la energía vital cada vez que las fuerzas se agotaban. Su existencia le dio un carácter épico a mi lucha y un sentido místico al propósito que me inspiraba a seguir adelante.
Este libro aborda todos estos aspectos que nos atañen como mujeres empoderadas, pero desde una perspectiva motivacional. Desde nuestras propias trincheras debemos detonar actitudes que se materialicen en acciones que marquen diferencia. El crecimiento personal, la educación, el cuidado de nuestra imagen y la resiliencia femenina viven en nuestro interior y es responsabilidad propia el potencializarlas.
Con la poderosa frase “el cambio empieza en nosotras”, entendí que yo no podría cambiar los prejuicios de los hombres con los que trabajaba, pero sí podía cambiar lo que yo construía con esos obstáculos. Comprendí que el estudio y la preparación nos fortalece la capacidad de tomar decisiones trascendentes.
“Las reinas No se rajan”, como decía mi padre, es una declaratoria de vida para todas las mujeres que nos debemos ser mejores y felices. El cúmulo de vivencias generadas en la lucha diaria nos permitirá entrar de manera poderosa e influyente en todos los ecosistemas mayoritariamente masculinos, entendiendo de una manera provechosa a la cultura adversa que vivimos. Son todos los momentos complicados en la vida que se vuelven un parteaguas y que nos marcan de manera positiva para el resto de nuestra existencia.
La frase que da nombre a este libro está llena de poder. Desde el día que la escuché pude visualizar que cada crisis o circunstancia compleja que se presentara en mi vida iba a ser resuelta de la mejor manera; resume esa capacidad de decisión propia de no rendirme nunca ante la adversidad.
El contenido es una serie de aproximaciones que permiten entender a las mujeres a partir de los senderos que han recorrido, es algo real. Es un testimonio que sin duda puede servir, independientemente del momento en que se encuentren, a entender el verdadero significado de la resiliencia. No como un estandarte o ardid publicitario, sino como una decisión desarrollada a partir de un sentido de supervivencia saludable. En mi opinión es darle la vuelta a aquello que sucede, siempre buscando su faceta positiva.
La vida misma puede parecer aterradora en ciertas circunstancias, el secreto para avanzar radica en nuestra capacidad de reinventarnos día a día. Ser resilientes es tomar decisiones propias y de darle una vuelta positiva a las cosas que nos suceden, siendo valientes, poderosas, autosuficientes y en mejora continua. Mi libro se presenta el día 6 de abril en el Museo Memoria y Tolerancia (MYT) de la Ciudad de México a las 7:00 pm. Plaza Juárez, Centro Histórico Frente a Hemiciclo a Juárez en la Alameda, a un costado de la Secretaría de Relaciones Exteriores.
Espero que muchas personas encuentren las razones suficientes para leer el libro y puedan recomendarlo, siempre habrá alguien con el potencial necesario para ser feliz y pleno.